miércoles, 10 de febrero de 2016

Cuidado con Curry, LeBron.


Todavía la poltrona de la NBA le pertenece a LeBron James, pero que nadie se llame a engaño: Stephen Curry no está muy lejos. Después que James derribó a Kobe Bryant del primer asiento de la liga, no se había dado el caso de un jugador que fuese una amenaza para el estelar delantero de los Cavs, cuyos seguidores deben ir acostumbrándose a la idea de ver a un hombre menos explosivo, aunque mucho más sabio en la cancha.

Siempre habrá posiciones encontradas para definir al mejor. Desde nuestra óptica, el mejor es el del momento. Curry, al menos en la primera mitad, es el Jugador Más Valioso de la NBA, premio que podría repetir por segundo año seguido.

También es la cara de Golden State, que debe ser lo máximo a nivel de conjuntos sobre la faz de la tierra, y, entre otros atributos, maravilla partido tras otro con lo que hace en la cancha.

Muchos dirán que tiene que ganar los mismos premios al Más Valioso que James de forma consecutiva, que esto, que aquello, que lo otro. No se trata de comparar a Curry con LeBron. Estamos hablando de lo que se ejecuta en la duela.

Curry es líder en puntos con 29.8, hasta ahora por encima de Kevin Durant y James Harden (27.8 puntos por partido cada uno), y es un buen defensor, mejor de lo que cualquiera puede pensar. Promedia 2.19 bolas robadas por choque, cuarto del circuito. Lo que pasa es que, sin importar el deporte, la ofensiva opaca la defensa.

La eficiencia de Curry (PER) es de 31.99, según ESPN. Nadie más está en 30. LeBron está en cuarto puesto con 26.75. Stephen tira para un 50.7 de campo y para un 45.3 desde la línea de tres puntos, algo que entra en categoría de números de vídeo juegos.

Cuidado con Stephen Curry, LeBron, cuidado.

Por Yancen Pujols