sábado, 25 de julio de 2015

HAITI solo ha respetado a BALAGUER y TRUJILLO.


Santo Domingo, Rep.Dom.-El Jefe de Gobierno de Haití, Evans Paul , ha declarado que los dominicanos, que hemos hospedado a cientos de miles de haitianos, dándole cobijo, protección y trabajo, asistencia médica y estudios, somos sus torturadores.Esa afirmación perversa no proviene de un cualquiera, Evans y, por eso debe ser respondida por el Jefe de Gobierno dominicano, el Presidente Medina.

Previo a su destitución, Jean Bertrain Aristide, dijo menos que eso en 1993 y, Balaguer – el último presidente respetado por Haití, con 88 años y ciego, se limitó a decirle: Responderemos en el terreno que él – Aristide – quiera. Al Presidente Fernández, lo último que hicieron fue montarle un atentado, al Presidente Medina, le insultan su Gobierno y su país y, no pasa nada.

Desde luego que si vemos las fotos que se publican más abajo y, que recogen la tragedia, que en Haití reveló el terremoto del 2010, veremos que además de la imputación proclamada, Evans ha debido decir al mundo que además, el Gobierno y los dominicanos, fueron los primeros en llegar, como buenos vecinos, a su desastre con comida, medicinas, médicos, técnicos y todo tipo de recursos.

El Gobierno dominicano trasladó allí los comedores del Estado, las brigadas de la CDEE y gran parte del Ministerio de Obras Públicas, asimismo, las empresas dominicanas y los ciudadanos apoyaron en masa al hermano en desgracia permanente y, en enero, atacado por la naturaleza.

Entre todos, antes de que llegaran las otras naciones del mundo, solidarias, junto a organizaciones, algunas de las cuales practican el turismo de tragedias, recogimos sus muertos, evitando epidemias y salvados decenas de miles de sus afectados.

¿Qué fuimos entonces?

El mundo se solidarizó de su desventura a través de nuestros medios, prensa, canales, radio y redes sociales, incluso, la primera maratón a su favor que dio lugar a muchos, lo realizó en Colombia la Embajada Dominicana, una capital en donde Haití no tiene representación.

El Gobierno haitiano, el más corrupto del continente, es tan malagradecido, como insensible con su pueblo, encabezado por su Jefe de Gobierno, Evans.

El Estado dominicano, generoso y hospitalario, como siempre ha sido, habilitó una ley, que en realidad, es una amnistía para haitianos que residen en el país en condición irregular; miles se beneficiaron y, si no se beneficiaron más, decenas de miles más, fue porque Evans, como Jefe del Gobierno, uso el dinero de los documentos de sus compatriotas, para fines políticos ajenos al programa y, ahora, tras destituir a su embajador Suplicce por denunciarlo, organiza marchas políticas en contra de República Dominicana para dar declaraciones tremendistas que distraigan a los haitianos de la verdad: no se documentó a más haitianos porque el distrajo el dinero en otros usos.

El embajador Suplicce informó que apenas recibieron documentos para unos 3 mil haitianos, de 48 mil que estaban previstos en el PIDIH, necesario para el Plan de Regularización aprobado por el Congreso Dominicano y que llegó a censar a unos 280 mil haitianos que pudieron beneficiarse, si el Gobierno haitiano no boicotea el mismo.

Continuemos ayudando a los haitianos, como seres humanos urgidos de ayuda, como corresponde a nuestra condición cristiana, pero del Gobierno haitiano, olvidémonos hasta que pasen las elecciones allá, porque nos están utilizando como arma política y, ya por Dios, al Presidente Danilo, que, si no puede decirle a Martelly, como le dijo Balaguer a Aristide: le responderé en el terreno que él quiera.

Si no puede pararlos, que al menos, llame a nuestro embajador.

Tomado de Actualidad Dominicana.